11 may 2010

Sobre las traiciones ideológicas de la izquierda

Veinte años después de la inmolación de Gualberto Villarroel y de sus leales compañeros: Roberto Hinojosa, Luis Uría de la Oliva, Waldo Ballivián, sacrificados por el compromiso ideológico y el amor a la patria, exponiendo heroísmo sin límite y el dar la propia vida en aras a la lealtad, se iniciaba otra lucha épica importante, la incursión guerrillera en Ñancahuazú el 7 de noviembre de 1966. Entonces sucedieron los gestos infames de traición, cíclicamente repetidos.

 

En el primer episodio sobresale una mancha de vergüenza histórica, la alianza del PIR con la extrema derecha oligárquica, en julio del 1946; en el segundo, nada menos que el gesto reprochable del Secretario General del PCB, Mario Monje, que dejó abandonado al Comandante Guevara cuando más se requería de unidad, compromiso y combatientes por la libertad, no sólo de Bolivia,  de todo el continente.

 

Las nuevas generaciones deben aprender de memoria la sentencia de Fidel Castro a propósito de estas acciones imperdonables en el decurso de la historia de la libertad y del socialismo mundial. Por ello, es preciso que transcriba literalmente y sin adicionar reflexiones, los párrafos más importantes de Fidel Castro en la presentación del Diario del CHE Guevara.

 

 "Es notable, que uno de esos especimenes revolucionarios que ya van siendo típicos en América Latina, Mario Monje, esgrimiendo el título de Secretario del Partido Comunista de Bolivia, pretendió discutirle al Che la jefatura política y militar del movimiento. Por supuesto, no tenía ninguna experiencia guerrillera ni había librado jamás un combate, sin que por otro lado su auto-conceptuación de comunista lo obligase siquiera a prescindir del grosero y mundano chovinismo que ya habían logrado superar los próceres que lucharon por la primera independencia. Con semejante concepto de lo que debe ser la lucha antiimperialista en este continente, tales "jefes comunistas" no han rebasado siquiera el nivel internacionalista de las tribus aborígenes que sojuzgaron los colonizadores europeos en la época de la conquista.

 

Así, el jefe del Partido Comunista de un país que se llama Bolivia, y su capital histórica, Sucre, en honor de sus primeros libertadores que eran venezolanos uno y otro, que tuvo la posibilidad de contar para la definitiva liberación de su pueblo con la cooperación del talento político, organizador y militar de un verdadero titán revolucionario, cuya causa por demás no se limitaba a las fronteras estrechas, artificiales a incluso injustas de ese país, no hizo otra cosa que entrar en vergonzosos, ridículos e inmerecidos reclamos de mando. Bolivia, por no tener salida al mar necesita más que ningún otro país, para su propia liberación, sin tener que exponerse a un atroz bloqueo, del triunfo revolucionario de los vecinos.

 

El Che no concebía la lucha en Bolivia como un hecho aislado sino como parte de un movimiento revolucionario de liberación que no tardaría en extenderse a otros países de América del Sur. Era su propósito organizar un movimiento sin espíritu sectario, para que a él se incorporasen todos los que quisieran luchar por la liberación de Bolivia y demás pueblos sojuzgados por el imperialismo en América Latina. Era fundamental la ayuda de un grupo de valiosos colaboradores que al producirse la escisión habían permanecido en el Partido de Monje. Fue por deferencia con ellos que se invitó a éste, aunque ciertamente no experimentaba hacia é1 ninguna simpatía. Monje, no satisfecho del resultado, se dedicó a sabotear el movimiento, interceptando en La Paz a militantes comunistas bien entrenados que iban a unirse a las guerrillas. Estos hechos demuestran como existen en las filas revolucionarias hombres bien dotados de todas las condiciones necesarias para la lucha, cuyo desarrollo es criminalmente frustrado por dirigentes incapaces, charlatanes y maniobreros".

 

Doña Virginia Aguirre viuda de Waldo Ballivián dolorosamente:

"La plutocracia  coaligada con las capas medias e izquierdistas tránsfugas al ideal socialista armaron una oposición creciente de  amenazantes acciones, violentas tempestades de odio contra el Teniente Coronel Gualberto Villarroel. Quienes pactaron la alianza para esa revolución fueron las fuerzas más antagónicas que jamás hubiéramos pensado: la Rosca (potentados mineros y feudales) y también extrañamente confundidos con la clase alta de Bolivia. También se confabularon en aquel lejano espectáculo macabro, el PIR formado por resentidos burgueses y amargados sociales. Allí atronó el espectáculo más sangriento y depravado, vergüenza de la patria. El 21 de julio Dios apartó su mirada de nuestra pobre Patria".

 

Ha transcurrido 64 años desde el crimen de Villarroel y medio siglo desde la traición al CHE, hoy es posible decantar criterios y exponer resultados de investigación histórica importantes. Recién es dable expresar juicios de valor sobre los objetivos de la gestión de Gualberto Villarroel, y los de la Guerrilla de 1966-67, a la luz del acontecer nacional e internacional.

 

Yo agrego concluyente: El análisis experto del gran líder Castro anatemiza la acción disociadora, el dogmatismo, el criticable chovinismo y por supuesto, se revela firme en denostar la deslealtad, la traición imperdonable de los responsables de la izquierda nacional. Algunos, para pactar con la derecha enemiga como ocurrió con el PIR el 46, otros por inacción, negligencia y cobardía como sucedió en 1966, y otros por su acción anarquizante como sucede en el presente.

 

Mayo de 2010. Activistas de la extrema izquierda repiten idénticos propósitos contra el gobierno del MAS. En lugar de vanguardizar el movimiento al socialismo, rechazan la estatización de las empresas privatizadas; en lugar de liderar el progreso social participando positivamente, lo combaten ciegamente poniendo en serio riesgo los bonos sociales y la gestión que no es solamente patrimonio del gobierno de Evo Morales sino de todo el pueblo profundo de la patria.

 

Extremistas fabriles, universidades, maestros, empleados de las estatizadas, apoyados por los medios de derecha que bailan de gozo.

¡Atención Patria cuidado con las alianzas históricas!

 

Leemos los artículos de Mirko Gutiérrez, José Luis Martinez y sobre todo los de Flavio Dalostto, excelentes para aprender qué son los ¡izquierdistas de derecha!. Recomendable para seguir aprendiendo.

 

Gastón Cornejo Bascopé

Ex Senador del Movimiento al Socialismo

Mayo 2010

 

 


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