22 ene 2008

El Partido Humanista

El Partido Humanista surge desde La Comunidad para el Desarrollo Humano, institución social y cultural reconocida por la ONU. Más precisamente fue impulsado desde la Secretaría de Asuntos Sociales y Políticos en 1983. El 8 de marzo de 1984, día Internacional de la Mujer, se firma el Acta Fundacional del Partido Humanista, haciendo explícito ante la sociedad, uno de los principios básicos que sustenta la doctrina humanista: el de la no discriminación.






El objetivo del PH es generar una fuerza capaz de aglutinar a quienes, a partir de una sensibilidad diferente, quieren trabajar por la transformación social y por una nueva forma de hacer política «desde y para el ser humano». En lo inmediato el partido apunta a desarrollar ciertas condiciones en la base social que le permitan poner en marcha el Plan Humanista de Acción Municipal. La intención es generar un modelo de democracia real que sirva como "efecto demostración".



Los 5 Puntos básicos del PH



1. El ser humano como valor y preocupación central. Este principio se expresa como "nada por encima del ser humano y ningún ser humano por debajo de otro". De modo que no pueden alegar ser humanistas los que ubican centralmente a un dios, a la patria, a la democracia, a la justicia, o a cualquier otro valor.



2. La no violencia activa como metodología de acción. El Partido utiliza formas de acción no violenta y trabaja para desplazar del poder a la violencia.



3. El principio de opción. El PH efectiviza la opción como expresión concreta de la libertad y lucha contra toda forma de monopolio: económico, organizativo e ideológico. El monopolio implica la apropiación del todo por una parte (una minoría), y la negación de la libertad.



4. La no discriminación. Este tema es definitorio de nuestro humanismo, porque consideramos que sólo existen seres humanos y la diferenciación de un individuo o grupo en base a la negación de sus intenciones y libertades carece de justificación. Por el contrario, los humanistas reconocemos la diversidad personal y cultural como aportes valiosos a la construcción de una Nación Humana Universal.



5. Nuevo modelo económico. El humanismo propicia una modificación sustancial de los esquemas económicos actuales. Partiendo de revolucionar la relación entre Capital y Trabajo, pasando por el establecimiento de nuevos modelos cooperativos; de cogestión y de autogestión que modifiquen la situación de la propiedad e incentiven una distribución progresiva de la riqueza.



Modelo de conducta del militante Humanista



• Participa en la organización y desarrollo del partido.
• Discute los problemas a resolver.
• Ejecuta sin postergación lo resuelto.
• Supera sus acciones anteriores.
• Trabaja en equipo.
• Trata a los demás como quiere ser tratado.
• No promete aquello que no puede cumplir.
• No responde con violencia a las provocaciones.
• Solo retrocede para regresar con más fuerza.




Lleva toda discusión hacia fines precisos:




1. Esclarecer el problema;


2. Proponer soluciones;


3. Movilizar la acción concreta

19 ene 2008

Aborto y Nuevo Humanismo


Nos parece que el aborto es un problema social lo bastante importante como para requerir de “todos” el máximo de altura de miras para su discusión. A este respecto quisiera señalar nuestro punto de vista:

1.- Como primera cosa quisiéramos reconocer a las mujeres el principal derecho a discutir y decidir sobre este tema. No creemos que ninguna mujer que se ve obligada a abortar lo experimente como algo querido, sino que siempre son vividas como situaciones de mucho conflicto y muy difícil decisión. Tratarlas a todas ellas de “asesinas”, además de injusto y sin fundamento, demuestra una gran insensibilidad.

2.- Toda legislación sobre el aborto busca evitarlo o bien disminuirlo al máximo. Así que cuando se habla de gente “a favor del aborto” o “abortistas” se intenta de mala manera desacreditar a quienes apoyamos legislar sobre el tema. No hay nadie que quiera que existan abortos.

3.- El problema del aborto es una realidad médico - social que se debe resolver, como ya lo están haciendo aquellas sociedades orientadas por consagrados derechos humanos y aplicando la racional armonización de los derechos que les asisten a todas las mujeres, con los diversos valores y creencias asociadas con el inicio de la vida en el vientre materno.

Resumiendo, de lo que se trata es que se debe respetar la decisión de la mujer - la protagonista central de este debate - de continuar o interrumpir su embarazo, tomando debida consideración de los factores objetivos que intervienen en este proceso biológico, como también sus orientaciones filosóficas o religiosas, sobre el cuándo se es ser humano en el cuerpo materno.

Quienes defendemos la posibilidad de despenalizar el aborto en España - como uno de los recursos para resolver el problema que enfrenta la mujer que desea poner término a su embarazo no deseado - también defendemos el derecho de la mujer a tener los hijos que anhela, y todos aquellos derechos existentes y los por lograr, para que ella y sus hijos gocen de los beneficios y la protección de una sociedad humana y solidaria.

Exteriorizada nuestra posición de principios, trataremos de entregar algunos antecedentes que podrían contribuir a despejar dudas, o adquirir informaciones para tenerlas presente cuando se opina sobre el aborto.

En la mayoría de los países se reconoce, o se está en proceso de reconocer, el derecho de la mujer a participar en la vida pública, y por consiguiente, ella ya tiene la posibilidad de “ discutir y decidir “ sobre el tema del aborto. No se necesita ser un científico para saber que ella es quien experimenta el embarazo. Está quedando atrás la posición ultra machista de quienes niegan a la mujer el derecho a optar con respecto a su embarazo, pues es un asunto estrechamente ligado a sus expectativas y proyectos de vida.

Lo anterior se ve agravado cuando oímos a personas de elevada formación cultural expresando su oposición al derecho que se esgrimiría, para que la mujer hiciese “lo que quiera con su cuerpo, como si eso tuviera alguna relevancia“. Es lamentable que se desestime la relevancia que actualmente se le asigna al cuerpo humano, sobre todo al de la mujer, el cual - antaño - era considerado como mercancía, o simplemente objeto sexual o reproductor.

Lo aquí señalado está avalado por lo acordado por casi todos los 187 países participantes - incluyendo a España - en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en septiembre de 1995. A este efecto, se reconoció:

“Los derechos humanos de la mujer incluyen su derecho a tener control sobre las cuestiones relativas a su sexualidad, incluida su salud sexual y reproductiva, y decidir libremente respecto de esas cuestiones, sin verse sujeta a la coerción, la discriminación y la violencia “. ( Ver Plataforma de Acción de la Conferencia, párrafo N¼ 97 ).

No resulta adecuado para resolver los problemas de una sociedad el argumentar en contra de creencias, porque cada cual tiene el derecho de mantenerlas hasta su natural agotamiento, como nos enseñan la historia y las ciencias. Lo que contribuye a encontrar soluciones es el estar de acuerdo en la verificación de hechos, realidades y fenómenos. La Embriología o la Biología del Desarrollo, como la enseñaran excelentes profesores y científicos comprometidos con la vida y su pleno desarrollo, ha contribuido a derrotar la ignorancia y las pre-concepciones acerca del proceso que genera un ente biológico, el que gradualmente llega a ser humano, y que ojalá tenga un comportamiento verdaderamente humano en su futura vida familiar y social.

Son muchísimos (por no decir la mayoría), los embriólogos que consideran que “el óvulo fertilizado, claramente no es un ser humano pre-envasado”. Establecen además diferencias entre el embrión y el feto, considerando que este último sólo lo es en el momento de su viabilidad, es decir, desde el momento en que puede sobrevivir y crecer fuera del seno materno (alrededor de la 21ª semana).

Afirmar entonces que hay vida humana en cualquiera de las etapas en el interior del seno materno es posible que, más que en un criterio científico, esté fundamentado en alguna creencia religiosa, como pareciera desprenderse de las desproporcionadas e intolerantes opiniones vertidas por un sector reducido aunque bastante ruidoso.

Asumir que la vida humana comienza en el momento de la concepción, es atribuir al ser humano “naturaleza”. Quien defina lo humano por la existencia de información genética en el embrión, por ejemplo, tiene una suerte de visión “zoológica” del ser humano. Al contrario de lo que se pretende argumentar, es justamente con esa mirada que se han justificado numerosas deslealtades hacia el ser humano. Por ejemplo: porque los nativos de un lugar eran diferentes a los conquistadores de otro lugar fueron llamados los “naturales” o aborígenes; es esa concepción la que produjo aberraciones como las del nazismo, basadas en las diferencias “naturales” que presentaban distintas razas. Así se ha justificado también que razas distintas, sexos distintos, posiciones sociales distintas, estaban establecidas dentro de un supuesto “orden natural” que debía conservarse de modo permanente.

Muy distinta a esta ideología zoológica de la naturaleza humana, es considerar que al ser humano lo define la reflexión de lo histórico social como memoria personal. Cada ser humano es su medio histórico y social y es, además, la reflexión y el aporte o no, a su propia transformación y a la de su medio. Para este punto de vista, que es el del Nuevo Humanismo, lo natural debe ser humanizado y es esta humanización del mundo (natural) la que hace del hombre un creador de sentido, de dirección, de transformación. Si ese sentido es liberador de las condiciones supuestamente “naturales” de dolor y sufrimiento, lo verdaderamente humano es justamente lo que va más allá de lo natural. Afirmar entonces que la vida humana (distinta a la vida en general) comienza en el momento del parto, es superar lo “natural” y reconocer la libertad de todo ser humano a construirse ilimitadamente y modificar su medio más allá de cualquier condición “natural”.

Afirmamos con firmeza que quienes apoyamos una legislación sobre la interrupción justificada - médica, social y psicológica - de un embarazo no deseado, o con riesgo de muerte para la mujer, no estamos promocionando este recurso extremo, ni menos abogamos por su obligatoriedad, como maliciosamente algunos tratan de hacer creer.

Contrariamente a la conocida argumentación sectaria sobre el aborto, defendemos el derecho a diferir de nuestra posición, y respetamos la conducta reproductiva de quienes obedecen a otros valores y creencias. Sólo exigimos que exista reciprocidad, es decir, que estas posiciones respeten también la nuestra o la de otros que difiera de la suya, como lo demanda la convivencia en una sociedad democrática, diversa y plural.

16 ene 2008

Ni derechistas ni izquierdistas, sino humanistas


Quiero saludar a todos los amigos y a los compañeros que en otras ciudades expresan, como nosotros, la propuesta política del humanismo. También quiero saludar a los amigos ausentes, que no saben que están ausentes, a toda esa gente que siente como nosotros pero no nos ha escuchado ni nos conoce aún.

Miles y miles de estos humanistas “inconscientes”, quiero decir, que no son conscientes de serlo, estarán soportando, seguramente con dignidad, la avalancha publicitaria electoral que viene arrasando desde hace meses y que se hará insoportable en pocos días.

Estamos en campaña electoral. Estamos en plena representación teatral, lo cual es una bendición… para los gabinetes de marketing. Gabinetes tan avanzados que han llegado a descubrir lo que los trileros de cualquier esquina saben desde hace muchos años: Elijas lo que elijas, pierdes.

Los populares y los socialistas, actores principales gritan por todos los medios que ellos son la única opción. Que todos los demás son comparsas. Y ahí está el pobre elector, preguntándose bajo qué cáscara está la bolita que decide el futuro. Pero la bolita no está, y gana la banca. Otra vez.

Veamos qué esconden esas cáscaras que prometen bolita. Veamos qué han hecho esos que quieren decidir por todos nosotros:

Hace muy poco tiempo, cuando ya los poderes económicos aceleraban su concentración, los socialistas españoles tuvieron en sus manos las esperanzas de millones de personas, y el encargo por parte de los poderes económicos de construir una democracia formal. Construyeron una gran administración, es decir, una administración muy grande, y su alma de funcionario alcanzó para dar forma al llamado estado del bienestar y a continuación comenzar su demolición para hacer sitio al mercado, mientras algunos aprovechaban la coyuntura para sanear su cuenta corriente a través de la corrupción. Tras cumplir el encargo fueron sustituidos.

Los populares esperaron su oportunidad con impaciencia empresarial. Y la tuvieron. Trajeron la prosperidad para muchas empresas prósperas. En el gran mercado ellos han encontrado oportunidades de negocio para muchos. Incluso la Salud y la Educación pueden ser negocio rentable para algunos. Mientras tanto la educación pública y la salud pública y el trabajo se vuelven precarios. Hoy los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Hemos ido a más, según dicen orgullosos, y hay quien llama a este éxito “el milagro español”. Apretaron las tuercas de las puertas para que no vengan demasiados extranjeros incómodos a este gran mercado-nación. Pero no se pueden poner puertas al campo. Y durante todo el tiempo hicieron del antiterrorismo un eje importante de su discurso, lo aventaron en medios de comunicación hasta la saciedad, alimentando a la bestia, convirtiendo al terrorismo en un contrapoder que ocupa más espacio en la mente social que los miles de victimas de la violencia en el hogar o los miles de muertos que la violencia económica y la falta de cooperación real dejan en el estrecho. Esta obsesión antiterrorista ha continuado hasta el extremo de enrolar a España como asistente y cómplice de un botarate manchado de sangre y petróleo.
Tras aquéllos vientos cosecharon la tempestad que permitió a los socialistas disponer de la oportunidad de reivindicarse y cambiar la mala dirección, pero como no son ellos quienes deciden, de nuevo han tirado por la borda la confianza depositada en ellos y mientras los pocos de siempre no tienen ya donde guardar los superbeneficios, a la mayoría de los españoles nos cuesta cada vez más llegar a fin de mes y la bolsa de la indigencia y de la pobreza se sigue inflando sin control.

Los “coalicioneros canarios” sólo hacen lo de siempre, representar el papel de víctimas para recaudar todo lo que se pueda en Madrid y el de perros guardianes de los intereses de los “suyos” aquí, llevándonos a la ruina económica, social, cultural y ecológica de los canarios a los que dicen defender.

La alternativa real no es entre populares y socialistas, caras de la misma moneda y dependientes del poder económico, sino entre las dos direcciones posibles para nuestro país: concentración (financiera, militar, industrial) o descentralización del poder hasta la base social. La disyuntiva es: o aumenta la igualdad, la participación y la democracia real para todos o crece la desigualdad, la discriminación y el sufrimiento social, y por tanto la violencia en sus distintas formas.

Para nosotros la alternativa real se da entre aquello que humaniza y lo que deshumaniza, entre lo que eleva y da libertad a las personas, y lo que las convierte en objetos para usar por otros. No hay criterio económico, ni intereses de estado que puedan justificar el aumento de la desigualdad entre grupos humanos, ni una política manchada por la complicidad mentirosa con aventuras militares criminales.

El voto útil es un engaño destinado a impedir cambios. Y no aguantará indefinidamente.

Los humanistas lanzamos nuestro mensaje dirigido a quienes experimentan lo singular del momento que vivimos y ven la posibilidad de lograr verdaderos cambios personales y sociales obrando con coherencia.

Nuestros amigos explicarán las propuestas del partido Humanista. Serán propuestas cargadas de fuerza e intención y seguiremos expresándolas más allá de la coyuntura electoral, y después nos presentaremos a las elecciones europeas y hablaremos con todas las voces y todas las lenguas. En todas ellas nuestro programa es muy sencillo y corto. Casi tan sencillo como cuando decides ayudar a otros, casi tan corto como el instante en que decides cambiar tu vida.

Partido Humanista
Abiertos a las Personas, a las Culturas y al Futuro.