La renuncia de Mubarak marca una victoria extraordinaria de la gente: en 18 días de movilización noviolenta, resistiendo los ataques de todo tipo, los egipcios fueron capaces de deshacerse de un dictador que los ha oprimido durante treinta años!
La valentía y la perseverancia demostrada por los manifestantes son un ejemplo que esperamos que otros países seguirán.
Y no sólo en el mundo árabe.
La transición a una democracia verdadera y a un profundo cambio no será fácil y el pueblo egipcio debe permanecer vigilante y listo para nuevas manifestaciones, pero ahora es el momento de celebrar.
Ahora nadie puede decir que una revolución noviolenta es imposible.
Y no sólo en el mundo árabe.
La transición a una democracia verdadera y a un profundo cambio no será fácil y el pueblo egipcio debe permanecer vigilante y listo para nuevas manifestaciones, pero ahora es el momento de celebrar.
Ahora nadie puede decir que una revolución noviolenta es imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario