En España, hace ahora más de tres años, tras los acontecimientos en algunos países árabes, surgen las primeras manifestaciones públicas, no organizadas y espontáneas que conocemos como 15M. El Movimiento social que produce alcanza una influencia que va más allá de las fronteras del país: Estados Unidos (Occupy Wall Street) o de México (yo soy # 132) por poner algunos ejemplos. De forma espontánea, se organizan acampadas con propuestas de amplio espectro social y político, proclamas imaginativas, que tomaron no sólo las plazas, sino las redes sociales, no habiendo punto del planeta al que no llegaran las noticias.
Desde entonces, hemos visto cómo esa nueva forma de expresión y de despertar de la gente, ha ido desenmascarando toda la podredumbre del sistema en el que estamos, su decadencia, y, por supuesto, los poderosos ya no cuentan con la fe ciega de toda la población. Tal como estamos comprobando con los últimos acontecimientos de corrupción, desmantelamiento de los avances sociales y los servicios públicos. Un sistema que ya nunca volverá a ser lo que era.
Multitud de organizaciones sociales y políticas surgieron del 15M, algunas con más éxito que otras, tienen como característica común la horizontalidad, el intercambio de ideas y experiencia, la democracia directa, el asamblearismo, la no-violencia, el consenso, etc.
La mayoría de estas propuestas nos resonaban a los militantes humanistas, es por eso que muchos de nosotros participamos desde sus orígenes en estos movimientos sociales. Al principio por ver qué estaba pasando y posteriormente por ver de qué manera se podía sumar e influir con el nuevo humanismo. Los que participamos nos enriquecimos con la experiencia y reconocimos que nuestro mensaje estaba en la gente y que no sólo era patrimonio de los humanistas: influimos con nuestras ideas y nos influyeron con sus ganas de cambiarlo todo, vimos la posibilidad en nosotros y en otros. Vimos la posibilidad de transformación del yo al nosotros.
Ahora sabemos que sólo desde la convergencia de la diversidad surgen respuestas que avanzan hacia la superación del dolor y el sufrimiento. Sabemos que cualquier avance surgirá de la implementación de nuevas formas basadas en nuevos valores. Sabemos que la no discriminación, la igualdad de oportunidades, la toma de decisiones por parte de todos y la no violencia son antítesis de los valores y formas de la actual época, que se acaba y está en crisis.
El Partido Humanista está empezando a cambiar su forma de acción en el medio y esto lleva consigo, una revisión de la forma de trabajo que, hasta ahora, ha tenido internamente.
Para poder trabajar en el medio con horizontalidad, con una actitud de respeto a los demás, llevando adelante nuestro punto de vista personal e incluyendo el pensamiento y la posición de los y las demás, hay que hacerlo también, y, fundamentalmente, en nuestra propia organización. No podemos transmitir la experiencia que no tenemos y, en ese sentido, es bueno tener un primer momento de participación en el medio con actitud de aprendizaje.
Muchos y muchas en el PH, ya han pasado ese momento, han aprendido a estar con la gente como uno más, han explicado su punto de vista, han referenciado a otr@s con su actitud (que es lo que se ve), y están dinamizando y llevando adelante el humanismo del siglo XXI en la práctica.
Muchos y muchas han usado la inspiración física y espiritual, para dilucidar y decidir sobre sus pasos. Y por eso están ahí, en esas iniciativas, sin temor al fracaso. Y por eso, también se quiere esa inspiración, física y espiritual, para nuestro PH.
El Partido humanista y sus militantes, acostumbrado a trabajar a contracorriente durante décadas, tiene ahora, tenemos ahora que hacer un esfuerzo y adaptarnos crecientemente a los acontecimientos actuales y sin perder identidad en lo fundamental, dar señal y estar incluidos en el cambio al que aspiramos. Debemos aportar con generosidad, respeto y alegría, pues estamos en un momento donde hay mucha gente que quiere hacer su aporte positivo, para mejorar nuestro mundo.
No vendrán a nosotros las personas que ni siquiera nos conocen por estar ausentes del escenario social, político y humano. Los humanistas que siempre hemos sido capaces de adelantarnos a nuestro tiempo tenemos que continuar en el intento de pre-ver los acontecimientos. Estando donde está la gente es donde aprendemos y podemos influir con nuestra experiencia, sumando a sus buenas intenciones nuestro aporte de no-violencia activa y no discriminación, hasta sus últimas consecuencias; y que la transformación social no será posible si no se da simultáneamente la transformación personal.
Queremos un partido humanista abierto a la confluencia, a la horizontalidad, flexible en su organización y rotundo en sus ideas y en su doctrina. Por lo tanto participaremos en todas las acciones de confluencia donde los consejos de base crean conveniente estar, a nivel local: ya sean acciones puntuales (campaña por la renta básica o en las elecciones municipales), formando plataformas, frentes, etc. Y si no hay posibilidad de confluir, tomamos la iniciativa y/o nos presentamos solos a las elecciones. A nivel regional, mediante acciones puntuales o procesos electorales al parlamento nacional, con otras fuerzas sociales, políticas y donde sea posible, de acuerdo a nuestras ideas mencionadas anteriormente.
Es por esto, que animamos a nuestros amigos afiliados y simpatizantes a participar en esta nueva etapa caracterizada por la necesidad de confluencia y encuentro con la diversidad de todo tipo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario