Desde Mundo sin Guerras y sin Violencia observamos los dramáticos sucesos de los últimos meses en Siria con profunda preocupación. Está claro que las protestas populares no-violentas en Túnez y Egipto no sirvieron de modelo en el caso de Libia. Allí los gobiernos europeos y los EEUU en vez de reforzar las iniciativas de lucha pacífica y no-violenta apostaron por reforzar la parte de confrontación armada.
Hoy ya se ha derrocado a Gadafi pero, como en el caso de Irak y otros, Libia se encuentra totalmente devastada y en una situación de desastre social, con indefinido número de muertos, heridos y mutilados física y síquicamente que van a tardar décadas en recuperarse y donde contrariamente a lo que se publicitaba no se ve crecer la democracia sino que asoman los fundamentalismos. Nos tememos que en Siria estemos asistiendo a una repetición de la misma situación.
Es muy evidente que los ciudadanos sirios frente a la dictadura y represión del gobierno, en su gran mayoría, responden de forma pacífica, pero también es cierto que han ido creciendo los grupos armados que parecen estar financiados y respaldados desde intereses no explícitos pero del entorno de los EEUU, Israel y algunos otros estados que vienen poniendo su mirada desde hace años en derrocar al régimen sirio. Por otro lado ya ha habido manifestaciones de los gobiernos de Rusia y China que no están dispuestos a que se repita lo sucedido en Libia, ahora en el suelo Sirio. La desestabilización de la zona puede tener consecuencias imprevisibles.
Ante esta trágica situación, expresamos nuestra preocupación y pedimos:
- que cese la represión del gobierno sirio sobre ciudadanos inocentes que se manifiestan pacíficamente y que se abra un proceso electoral donde los sirios puedan darse un gobierno elegido por el pueblo.
- que los gobiernos occidentales encabezados por EEUU, el Reino Unido y Francia dejen de apoyar, financiar y entregar armamento a la oposición beligerante y apueste definitivamente por una salida sin enfrentamiento bélico.
Reiteramos:
- Nuestro apoyo a toda protesta no-violenta y pacifica en Siria por parte de la población que lucha por mejorar sus condiciones de vida, al tiempo que rechazamos las vías de la violencia y la confrontación bélica.
-La necesidad de reforzar la búsqueda de vías pacificas y no violentas, como ya se han desarrollado en varios países, pues son las únicas formas con las que verdaderamente se avanzará en este mundo tan convulso. La violencia engendra más violencia y esto hoy puede tener repercusiones inimaginablemente graves en la esfera mundial dado el delicado momento en el que estamos.
Esperamos que cese la represión y el derramamiento de sangre en Siria lo antes posible para que pueda comenzar una nueva época donde se manifiesten las más profundas aspiraciones de su pueblo.
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